lunes, 1 de febrero de 2016

BUCEANDO DENTRO DE UN ENJAMBRE DE BRAVAS MALAGUAS


“BUCEANDO DENTRO DE UN ENJAMBRE DE BRAVAS MALAGUAS”.
MAR AZUL. POR BETO “DELFÍN” FARES.

Los buzos ya equipados y haber limpiado su visor con la hoja del almendro, nos dimos cuenta, que las corrientes de agua fría de los polos, nos habían dejado miles de urticantes medusas o malaguas, nuestro instructor de instructores, mi maestro Mario Treviño, no dejó que los pequeña sirenita bella Ema y el pequeño Príncipe del mar Sebastián, entraran al mar, era un buceo con medusas y los podían picar, una decisión muy certera. Los chavos se podrían traumar.
Los buzos instructores en forma personalizada, bajamos en vueltas de campana, a los primeros tres buzos, la hermosa morena Angélica Martínez, plena de valor en una nueva aventura submarina, pronto salte al mar azul transparente, con una técnica de los buzos experimentados, estando un poco debajo de la superficie, rodeado de las medusas, apretando la parte la cara anterior de mi regulador, creando un fuerte chorro de aire, desplazaba a las malaguas, descendía tres metros y ya no estaban las molestas medusas, descendimos a los seis metros con la bella Angélica y el panorama era sensacional, el arrecife de las ollas, un arrecife artificial, ha recuperado la vida de flora y fauna, es maravilloso.

Descendieron el joven de San Paul. Minesota. De ese lugar tan lejano de México, conocido como la nevera, en esta época de invierno se dan temperaturas de treinta grados bajo cero, es un frío polar y aquí en nuestro paraíso tropical estamos a treinta grados sobre cero, el buen Salvador de los United States, sentía vivir en un mar cálido, de una belleza infinita, sentía tocar el mismo cielo, estaba Salvador viviendo una experiencia de vida, subyugado disfrutando de su primera inmersión y nuestro Acapulco le regalaba a su vista los tesoros del mar azul.
Mientras mi maestro Mario Treviño, llevaba a Oscar y al corazón valiente Mario, por un recorrido por las diferentes ollas de concreto, unas en forma de pirámides y adelante unos espectaculares túneles, por dónde entra un buzo, es muy estrecho y se encuentra lleno de peces y corales.
Mi maestro Mario Treviño, un profesional ciento por ciento, es experto en la fotografía submarina, auxiliado por el instructor Ricardo Caballero, tomaba excelentes fotos de todo el grupo de buzos, la hermosa sirena morena Angélica Martínez, posaba como una modelo cara, en los sitios de los túneles, a veces rodeada de fascinantes corales y de peces tropicales, tomaba fotos en parejas de buzos y varias fotos en trío, en nuestro diario preferido el diecisiete, estamos insertando varias de estas fotos, porque como me decía mi inolvidable maestro de buceo, el legendario rey de los mares Hilario “perro largo” Martínez, “papelito habla”, por eso damos constancia de lo que estamos escribiendo, son documentos periodísticos para el futuro.

Hemos tenido un buceo tranquilo, a pesar de las tenebrosas medusas, felicitando con amor acapulqueño, comenzando con las hermosas féminas, Angélica, Juanita, Martha y la chiquilla preciosa Ema, a los corazones valientes Salvador, Mario, Óscar, a nuestros instructores Ricardo Caballero y a mi gran hermano buzo Mario Treviño. ¡VIVA GUERRERO, MANCHA DE CHANEQUES¡.

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