EL CORSARIO: UN BARCO HUNDIDO EN LA BAHIA
DE SANTA LUCIA EN ACAPULCO
MAR AZUL. POR BETO “DELFÍN” FARES.
“En un remolino de intensas emociones,
cruzando el punto de quiebre, los buzos profundos, escudriñando los recovecos
del legendario barco encallado en1949, el famoso barco “CORSARIO”, fue en sus
gloriosos tiempos, una nave casino y de placer, jugadores de la ruleta y las
barajas, se la rifaban noche a noche, dejando miles de billetes verdes, sobre
el tapete verde de la diosa fortuna”.
Dentro de nuestra bahía de Santa Lucía,
tenemos decenas de barcos hundidos, se ha convertido en un cementerio de barcos
hundidos, bordeando la piedra del elefante, pasando un rompiente crujiente, los
buzos cien por ciento guerrerenses, dispuestos a una nueva aventura submarina,
encontrarnos con el fatídico destino del barco el “CORSARIO”, al ser perseguido
el “corsario”, por las naves de la ley, ya que están prohibidos los juegos de
azar en México, su capitán lo encalló, por mucho tiempo estuvo el noventa por
ciento de su casco, fuera del agua.
Los desalmados de aquella época,
totalmente locos, con hachas y machetes, comenzaron a destruir el casco de
madera, la utilizaban de leña ardiente, no tuvieron piedad, despedazando un
hermoso piano de cola blanca, robaron miles de objetos, las ruletas de juego,
las fichas, su excelso bronce, ante la rapiña desparecían sus preciados
tesoros, así el barco se fue a descansar ala lecho marino, la vida en flora y
fauna, fue exitosa, los peces encontraron seguros refugios en los escondites
del saqueado “Corsario”.
Los buzos nos fuimos directamente a su
plancha de acero, a siete metros de profundidad, nos encontramos con partes de
lo que algún día, presumía la lujosa nave casino, siento la presencia de los
glamorosos artistas de Hollywood, que abordaron en los años de los cuarenta del
siglo XX, el barco “Corsario”, fulgurantes estrellas del cine de los Estados
Unidos, como John Wayne, Errol Flynn, Gary Cooper, la despampanante belleza de
Lana Turner, Ava Gardner de una belleza felina sensual, cientos de famosas y
famosos artistas, pasearon por la cubierta del barco hundido el “Corsario”.
Ahora solo admiramos los buzos aun
esqueleto, sombrío panorama, aleteando y observando por las claraboyas, ya sin
sus cristales y marcos de bronce, solo enormes boquetes, que nos sirven para
ver sus entrañas, donde habitan los grandes pargos, dónde cientos de peces, se
refugian de los peligros, la ley de la naturaleza, el pez grande se come al pez
chico.
En la inmersión, tuvimos la fortuna de
admirar a una colosal mantarraya, de seis metros de envergadura y una tonelada
de peso, pegados a su lomo negro, tres rémoras viajaban gratis, sin esfuerzo
alguno, las rémoras, obtenían su alimento, del sobrante que soltaba la
gigantesca manta diablo, nadando como poseído por el chamuco, alcanzando a la
gran manta diablo, tomando la cola de la rémora, viajaba sobre el poderoso lomo
negro de la manta diablo, momentos espectaculares, hemos vivido con el monstruo
de los mares, la inofensiva manta diablo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario