jueves, 14 de enero de 2016

EL CORSARIO: UN BARCO HUNDIDO EN LA BAHÍA DE SANTA LUCIA EN ACAPULCO

EL CORSARIO: UN BARCO HUNDIDO EN LA BAHIA DE SANTA LUCIA EN ACAPULCO

MAR AZUL. POR BETO “DELFÍN” FARES.

    “En un remolino de intensas emociones, cruzando el punto de quiebre, los buzos profundos, escudriñando los recovecos del legendario barco encallado en1949, el famoso barco “CORSARIO”, fue en sus gloriosos tiempos, una nave casino y de placer, jugadores de la ruleta y las barajas, se la rifaban noche a noche, dejando miles de billetes verdes, sobre el tapete verde de la diosa fortuna”.

       Dentro de nuestra bahía de Santa Lucía, tenemos decenas de barcos hundidos, se ha convertido en un cementerio de barcos hundidos, bordeando la piedra del elefante, pasando un rompiente crujiente, los buzos cien por ciento guerrerenses, dispuestos a una nueva aventura submarina, encontrarnos con el fatídico destino del barco el “CORSARIO”, al ser perseguido el “corsario”, por las naves de la ley, ya que están prohibidos los juegos de azar en México, su capitán lo encalló, por mucho tiempo estuvo el noventa por ciento de su casco, fuera del agua.
       Los desalmados de aquella época, totalmente locos, con hachas y machetes, comenzaron a destruir el casco de madera, la utilizaban de leña ardiente, no tuvieron piedad, despedazando un hermoso piano de cola blanca, robaron miles de objetos, las ruletas de juego, las fichas, su excelso bronce, ante la rapiña desparecían sus preciados tesoros, así el barco se fue a descansar ala lecho marino, la vida en flora y fauna, fue exitosa, los peces encontraron seguros refugios en los escondites del saqueado “Corsario”.

     Los buzos nos fuimos directamente a su plancha de acero, a siete metros de profundidad, nos encontramos con partes de lo que algún día, presumía la lujosa nave casino, siento la presencia de los glamorosos artistas de Hollywood, que abordaron en los años de los cuarenta del siglo XX, el barco “Corsario”, fulgurantes estrellas del cine de los Estados Unidos, como John Wayne, Errol Flynn, Gary Cooper, la despampanante belleza de Lana Turner, Ava Gardner de una belleza felina sensual, cientos de famosas y famosos artistas, pasearon por la cubierta del barco hundido el “Corsario”.
     Ahora solo admiramos los buzos aun esqueleto, sombrío panorama, aleteando y observando por las claraboyas, ya sin sus cristales y marcos de bronce, solo enormes boquetes, que nos sirven para ver sus entrañas, donde habitan los grandes pargos, dónde cientos de peces, se refugian de los peligros, la ley de la naturaleza, el pez grande se come al pez chico.

      En la inmersión, tuvimos la fortuna de admirar a una colosal mantarraya, de seis metros de envergadura y una tonelada de peso, pegados a su lomo negro, tres rémoras viajaban gratis, sin esfuerzo alguno, las rémoras, obtenían su alimento, del sobrante que soltaba la gigantesca manta diablo, nadando como poseído por el chamuco, alcanzando a la gran manta diablo, tomando la cola de la rémora, viajaba sobre el poderoso lomo negro de la manta diablo, momentos espectaculares, hemos vivido con el monstruo de los mares, la inofensiva manta diablo.

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